El Mensajero elimina al Rayo Majadahonda en la copa del Rey

CD Mensajero:  Ione, Fede, Iray, Silvano, Moreno Jaime, Chus Sosa (Joan Salvá, 73′), Álvaro (Rayco, 60′), Omar, Yeray, (Dylan, 91′) y Juanda.

Rayo Majadahonda: Miguel Ángel, Llorente, Sergi, Oliva, Pesca (Portilla, 78′), Fabri, Rubén,Toni, Borja (Jorge, 46′), Kike y Álex (Rubén Blanco, 66′).

Goles: Yeray (1-0, 50’), a placer, tras una recuperación y posterior asistencia de gol de Chus Sosa. Salvá (2-0, 86’), culminando una brillante acción personal con ‘caño’ incluido.

Árbitro: Santiago Varón Aceitón, del Colegio Balear. Un partido limpio, en líneas generales, y sin complicaciones para el encargado de impartir justicia.

Incidencias: Estadio Silvestre Carrillo. Unos cuatrocientos espectadores se dieron cita en el recinto rojinegro en una tarde soleada que volvió a quedar algo deslucida por la presencia del viento, incómodo para la práctica deportiva.

El Mensajero sueña despierto. Pocos aficionados imaginaban medio año atrás, allá por el mes de marzo, que los rojinegros iban a remontar aquella desventaja respecto al Marino y al Lanzarote y se proclamarían Campeones de Liga treinta temporadas después. Ni los más optimistas creían que el equipo que entonces dirigía Miguel Cid iba a ascender ‘a las primeras de cambio’ en Pasarón y ante todo un Pontevedra.
Sin embargo, lo que la escuadra palmera está ‘saboreando’ en estas primeras semanas de su regreso a la ‘categoría de bronce’ supera las expectativas del hincha más radical e iluso que pueda sentir los colores del Mensa: cero goles encajados en tres partidos oficiales, clasificado para la siguiente ronda de la Copa del Rey y viviendo una comunión total entre ‘la grada’ y el plantel como en los mejores tiempos de la década de los noventa –lo de la Peña La Bocana merece mención aparte… una gozada, verlos animar e indiscutible, la relevancia que su apoyo tiene en el rendimiento del equipo–.
Ayer, la escuadra de Aguirre volvió a transmitir solidez y entereza durante todo el partido. Solidez, porque es un bloque, compacto, sin grietas… incómodo (sobre todo en el Silvestre) para cualquier rival. Entereza, porque el trabajo de David Tames sigue ‘dando frutos’, los jugadores están muy bien físicamente, llegan con ‘más gasolina’ que sus rivales a los finales de partido.

Cierto es que la primera parte volvió a dejar pocas cosas que ‘llevarse a la boca’. Tan solo una ocasión de Iray (doble ocasión, para ser exactos) en el tercer minuto de encuentro pudo haber desequilibrado la balanza. El Mensajero volvió a salir con doble pivote (esta vez Rayco se quedó en el banquillo). La pareja Silvano – Álvaro cuenta con indudables virtudes en defensa pero carece de la frescura de ideas en ataque necesaria para hacer un fútbol de mayor combinación. De hecho, en la segunda parte, con Rayco, Silvano, Omar e Iray (algo parecido al rombo de las últimas temporadas pero con Omar en el papel de Vianney); el Mensa fue un equipo más reconocible y sacó del partido al conjunto de Antonio Iriondo. No obstante, antes del cambio de Rayco por Álvaro, Yeray ya había adelantado a los de casa tras un error incomprensible de Miguel Ángel –que seguramente tuvo pesadillas con los cánticos y la presión ejercida por La Bocana en el segundo periodo– que dejó el balón ‘en bandeja’ a Chus para que el grancanario asistiera al ‘arrugado’, que marcó a ‘puerta vacía. Yeray por fin se estrenó, y curiosamente lo hizo con el “diez” –su número de la suerte y el que siempre ha portado en su camiseta…–, los dos primeros encuentros los jugó con el “seis” y el “nueve”.

A raíz del primer gol el Mensa fue muy superior al rival y tuvo varias aproximaciones a portería para sentenciar. Sin embargo, en alguna llegada aislada el cuadro madrileño provocó el runrún de la grada por la estrechez del marcador. Cuando el choque daba sus últimos ‘coletazos’, Joan Salvá, en una jugada personal que nunca olvidará, encontró un hueco entre las piernas de un rival para hacerse un autopase (en el argot futbolístico: ‘caño’, ‘túnel’, ‘meona’…), se plantó solo ante Miguel Ángel y finalizó cruzando el balón al segundo palo por abajo. Golazo. Fue el gol que sentenció el partido y que selló la clasificación del equipo palmero para la Segunda Ronda.

El Cádiz, que venció al Murcia en la Nueva Condomina con un solitario gol de Hugo Rodríguez (0-1), visitará el próximo miércoles el Silvestre Carrillo. Una nueva eliminatoria a partido único que volverá a despertar la ilusión de la parroquia rojinegra pese a que se disputará de nuevo en horario laborable, al no contar la instalación del Barranco de Los Dolores con la iluminación artificial necesaria para esta competición.